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| CEREMONIAS

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Todo corazón. Así es Simboliza. Cuando convocamos una ceremonia, lo hacemos porque deseamos tomar conciencia ante los demás y ante nosotros mismos de una transformación que va a suceder en nuestra vida. Nuestra labor es hacer especial este cambio vital que ahora tú estás a punto de experimentar. Simboliza es compartir, sentir, vivir, festejar, vibrar. Porque, precisamente, todo esto es lo que significa celebrar una ceremonia o reunión, donde los sentimientos se expresan de forma colectiva y nacen para perdurar. Simboliza responde, además, a la necesidad social de realizar una ceremonia como un vehículo de cohesión con los tuyos, como una herramienta para la creación de una comunidad cuyo vínculo sentimental y de pertenencia jamás se romperá.

Las ceremonias civiles de Simboliza tienen como punto de partida los cuatro elementos de la naturaleza: la tierra, el agua, el fuego y el aire, a los que se suma también el espacio (éter). Estos elementos son la base de una vida en continua transformación. Y representan también el estado de la materia que nos rodea: la tierra es sólida, el agua es líquida, el fuego es la energía transformadora, el aire es gaseoso y el éter es la sustancia intangible. Las tradiciones filosóficas, mitológicas y religiosas de culturas ancestrales y modernas se han visto profundamente influenciadas por estos cinco elementos naturales que hacen girar el mundo. Simboliza los quiere recuperar para ti, para hacer que tu celebración sea una ocasión única y especial.

Cada una de nuestras ceremonias se basa en estos cinco elementos, cuya fusión da origen a infinitas combinaciones, y ha sido conceptualizada bajo un mismo prisma común, la libertad, para adaptarse a lo que tu cuerpo y tu mente quieran celebrar. ¿Cuál de estos elementos naturales está más íntimamente ligado a tu sensibilidad? La tierra representa la percepción; el agua, los sentimientos; el fuego, la intuición; el aire, el pensamiento; y el éter, el alma o el espíritu. ¿Has pensado cómo pueden estar presentes en tu ceremonia?

Simboliza ha diseñado para ti 20 tipos de ceremonias: Bienvenida al Mundo (nacimiento), Unión de Almas (boda), Despedida del Cuerpo (funeral), Enraizamiento (10 años), Llegada del Alma (embarazo), Cíclica (menarquía-12 años), Dejar Responsabilidades (50 años), Jubileo (65 años/jubilación), Mayoría de Edad (18 años), Compromiso de Amor (pedida de mano), Reconocimiento (padres,familia,amigos), Vuelta a la Individualidad (divorcio), Renovación de Votos, Uso de Razón (7 años), Campeón/a (75 años), Aceptación (salida armario), Nueva Casa/Negocio, Aclimatamiento (menopausia/andropausia), Ya soy Profesional (graduación), Solsticios/Equinoccios.

Los guiones han sido elaborados por antropólogos especializados en ritos y casan a la perfección con las tradiciones de las culturas de las que cada rito proviene. El guión de la ceremonia General con celebrante podrá ser ligeramente adaptado en función de tus aportaciones. Pese a todo, recomendamos mantener su esencia y su estructura, basadas en los cinco elementos. La contratación de una ceremonia General con celebrante conlleva la aceptación de ese guión que oportunamente te facilitaríamos.

También existe la posibilidad de elegir una ceremonia Personalizada y no esta General, a la que acabamos de aludir; ceremonia Personalizada que pueda ajustarse exactamente a tus criterios y necesidades. Por citar un ejemplo, es posible organizar una ceremonia de Despedida del Cuerpo en un catamarán o en alta mar y conceptualizarla en base a ritos de diferentes culturas occidentales (Griega, Egipcia, Romana, Celta), orientales (China, India, Tibetana, Zen) o americanas (Maya, Inca).

Las ceremonias de Unión de Almas (boda) y de Bienvenida al Mundo (nacimiento) no tienen valor legal, sino simbólico y ceremonial. Por lo tanto, previa o posteriormente, requieren que, en el caso de una boda, se acuda a un juez de paz, a un concejal o a un juzgado para legalizar la situación o, si se trata de un nacimiento, se inscriba al bebé en el Registro Civil.
Las ceremonias pueden ser convocadas no sólo por las personas de forma individual, sino también por los colectivos. La Humanidad lleva miles de años celebrando, por ejemplo, los solsticios y los equinoccios. Los individuos que asisten a ceremonias colectivas suman su presencia y su energía a la de otros. Esta unión con el grupo se traduce en una experiencia comunal que resulta inolvidable.