| Despedida del cuerpo (funeral)

Con la ceremonia de Despedida del Cuerpo se acepta que una persona querida se haya marchado, dejando su cuerpo tras de sí. Esta ceremonia de toma de conciencia tiene lugar entre tres y cuarenta días después del fallecimiento. El ser querido será despedido con el corazón tranquilo a través de los cuatro elementos. Los presentes le agradecerán que haya compartido con ellos parte de su camino. Se trata de cambiar un sentimiento de pérdida y de vacío por otro de plena gratitud. Celebramos su paso por este mundo de forma entrañable y le desearemos un feliz tránsito hacia el nuevo devenir de su alma. Aunque nunca olvidemos a esa persona, la dejamos libre para que continúe su evolución.

Cuando un allegado fallece, se produce en nosotros una sensación de profundo vacío, un silencio pesado que oprime nuestra alma. Desde entonces, ya no se puede reír, hablar o convivir con ese ser tan querido. Es irónico lo fácil que resulta olvidar que la muerte nos acompaña siempre y, en muchas ocasiones, si fuéramos más conscientes de su llegada, nuestra vida tendría sería mucho mejor. No malgastaríamos el tiempo posponiendo planes de futuro, viajes o deseos que alegrarían nuestro destino. Sonreiríamos por el simple regalo de estar vivos y éste sería un motivo suficiente para sentirnos felices y plenos.

En una Despedida del Cuerpo (funeral), los cinco elementos quedarán representados de la siguiente forma: tierra (arena, sustrato), agua (regadera), fuego (brasero), viento (globos de helio) y éter (unión de manos).

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“Sentí el adiós definitivo cuando quemé la última conversación con él”
(Mónica)